Una fría noche que termino con tres parceros con problemas legales comienza gratamente en la chicheria el Huaso Carlos. Antro clásico ubicado a pasos del metro ULA, cercano a la Arcis y a muchas otras cosas que no recuerdo pero barrio Yungay a full.
Es atendido por su hosco dueño Don Carlos y un séquito de no tan agraciadas pero serviciales damas. Es un local vieja escuela, amplio y un tanto helado(suponemos que en verano y primavera sera fresco) en el que destaca su decoración folklorica, unos candelabros cuaticos y cuadros que suponemos estan ahi desde hace mas de 30 años. Ojo las mesas y sillas no son lo mejor que tiene, bien incomodas la verdad, pero si estas aburridos del futurismo o vacío estético de los bares y quieres sentirte en otro tiempo, el Huaso es para ti.
Notable es el cuadro gigante de una chingana/fonda en cuyos personajes te puedes ver reflejado a ti y al resto del publico asistente, una mezcla entre universitarios y parroquianos habituales, todos muy feos, igual que nosotros.
El Huaso nos sorprendió con un reencuentro con una vieja amiga la Báltica de litro (a 1400$), la escudo esta a 1700$, a dos luquitas el combinado, y posee una amplia gama de vinos, bien te puedes agasajar con una caja de santa helena de 2 litros por 3000$. Lamentablemente olvidamos preguntar por los precios de los alimentos pero el huevo duro esta a 200 pesos, y la pichanga estaba a 1500$. Conocidas son los porotos con rienda del local, en alguna próxima ocasión les daremos una oportunidad.
La música generalmente viene de un wurlitzer, pero esta vez no estaba en funcionamiento pero fue reemplazada por buena cumbia envasada. Los baños son relativamente limpios y espaciosos.
En su totalidad el Huaso Carlos no es un lugar nuevo, es formula conocida y confirmada.Es una buena picada y bares para parceros lo paso del uno ahí.
Saludos a Veneno, que no nos acompaño porque la tuvo blanda.
(imagen gentileza de Oscar Wittke todos los derechos reservados para el, creo)
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